
«Entrar en este recinto supone entrar en una zona mágica.
Hay una ermita de la que me llegan cantos el día del Corpus Christi, pero la potencia de Dios se siente fuera.
Me pregunto cómo pueden entonar sus cantos allá, en la oscuridad, cuando todo está fuera sin remedio.
Luego, el pequeño cementerio lleno de cipreses, contrastaba con mi lugar, porque estos árboles más lejanos a mí apuntaban con sobriedad. Increíble hasta el cielo, sin ningún tipo de movimiento, reprochando a las alturas tantas tardes, cuando el tiempo ya no existe. A cambio los pájaros sí reinaban allí.
He pasado no sé cuantas horas, llegando incluso a dudar si me gustaba más aquella vista de la Iglesia de Illiers o bien la otra de Sierra Nevada.»
Estrofa del Libro «Granada» de la docente de CECOT Granada Josefa Carmen Fernández Garzón. Editorial Incipit Editores